A cargo de Ana Plaza.
Viernes 21 de junio
21:30
CSO La Animosa
C/Mar de Japón, 15
Dieciséis años presa, mañana sale en libertad condicional.
La última y larga noche de una mujer transitando entre el miedo y la esperanza es el escenario de La esclusa.
Justo hoy le comunican que su madre ha muerto.
Sin embargo, lejos de montar un “dramón” se carga de coraje e ironía para repasar su vida desde que fue condenada.
Su equipaje será la soledad y la inquietud de qué o quién la recibirá ahí fuera.
Una edad y un cuerpo resistiendo años de celda y altibajos.
La madurez truncada. El deseo reprimido. Los sentidos atrofiados.
¿Quién va a querer caminar junto a una mujer con tal carga?
Es la hora de quererse y asomarse a la vida libre. ¿Está preparada?
Una puerta a la calle, un salto al vacío, un baile complicadísimo. Pero no será ella quien no cruce, no salte y no baile.
Es la hora de bailar.
La esclusa representa esos espacios reflexivos que se abren y cierran como interrogantes entre el encierro y la inminente libertad.
El escenario carcelario de este monólogo es, además de una mirada hacia la realidad de las prisiones, una metáfora sobre las muchas cárceles con las que convivimos a diario. En este contexto de privación de libertad, se muestra la situación concreta de las mujeres presas: doblemente juzgadas y condenadas a una vida silenciada a base de cadenas penales y sociales.